La iglesia del antiguo monasterio benedictino de San Pedro el Viejo es uno de los monumentos esenciales de la ciudad de Huesca y del románico aragonés. Es un bello edificio que guarda entre sus muros la magia del románico de principios del siglo XII, destacadas pinturas murales del siglo XIII y la joya, el claustro románico con treinta y ocho capiteles historiados, dieciocho de ellos originales.
Dentro de este patio se encuentra el Panteón Real del Reino de Aragón, con las tumbas de dos insignes reyes : Alfonso I el Batallador, líder y conquistador de Zaragoza en 1118,
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La iglesia del antiguo monasterio benedictino de San Pedro el Viejo es uno de los monumentos esenciales de la ciudad de Huesca y del románico aragonés. Es un bello edificio que guarda entre sus muros la magia del románico de principios del siglo XII, destacadas pinturas murales del siglo XIII y la joya, el claustro románico con treinta y ocho capiteles historiados, dieciocho de ellos originales.
Dentro de este patio se encuentra el Panteón Real del Reino de Aragón, con las tumbas de dos insignes reyes : Alfonso I el Batallador, líder y conquistador de Zaragoza en 1118, y Ramiro II el Monje, protagonista de la ya mencionada leyenda de la "La campana de Huesca".