En 1691, Martin de Cortejarena párroco de Ituren, solicitó licencia para la edificación de una ermita dedicada a la Trinidad en lo alto de la cumbre de Mendaur. El obispo otorgó licencia el 30 de enero de 1691 e hizo una fundación de 50 ducados para la ermita que se finalizó en 1692 y bendijo el 2 de agosto de 1693.
J.I Tellechea señala que el obispo ordenaría su demolición en julio de 1781, por la presunción de que "servía de refugio de bandoleros y agentes de oscuros negocios". Sin embargo, en Ituren se negaron a cumplir la orden episcopal
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En 1691, Martin de Cortejarena párroco de Ituren, solicitó licencia para la edificación de una ermita dedicada a la Trinidad en lo alto de la cumbre de Mendaur. El obispo otorgó licencia el 30 de enero de 1691 e hizo una fundación de 50 ducados para la ermita que se finalizó en 1692 y bendijo el 2 de agosto de 1693.
J.I Tellechea señala que el obispo ordenaría su demolición en julio de 1781, por la presunción de que "servía de refugio de bandoleros y agentes de oscuros negocios". Sin embargo, en Ituren se negaron a cumplir la orden episcopal y el alcalde metió en la cárcel a los dos seglares que subieron a la capilla con objeto de ejecutarla. De este modo, no se consiguió destruir la ermita hasta que fue derribada en 1963, elevando una construcción nueva.