Renacimiento
En Sauvella, estamos reviviendo una herencia vinícola centenaria que se desvaneció temporalmente en la década de 1960. Enclavado en medio de las montañas, nuestro viñedo es un testimonio del renacimiento de la tradición, que combina a la perfección lo antiguo con lo contemporáneo.
Aquí cultivamos una mezcla de variedades de uva autóctonas y conocidas, perfectamente adaptadas a nuestro terruño montañoso. Nuestras uvas, que crecen en un suelo único de margas rojizas y areniscas, capturan la esencia del pasado y ofrecen el s
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Renacimiento
En Sauvella, estamos reviviendo una herencia vinícola centenaria que se desvaneció temporalmente en la década de 1960. Enclavado en medio de las montañas, nuestro viñedo es un testimonio del renacimiento de la tradición, que combina a la perfección lo antiguo con lo contemporáneo.
Aquí cultivamos una mezcla de variedades de uva autóctonas y conocidas, perfectamente adaptadas a nuestro terruño montañoso. Nuestras uvas, que crecen en un suelo único de margas rojizas y areniscas, capturan la esencia del pasado y ofrecen el sabor de la herencia con un toque moderno. Únase a nosotros en Sauvella para recuperar el encanto de la vinificación tradicional en un entorno que refleja tanto la historia como la belleza del presente.
Cuidado y calidad
En Sauvella, el meticuloso cuidado de nuestros viñedos es un testimonio de nuestro compromiso con la excelencia y el medio ambiente. Con una pasión inquebrantable, cultivamos nuestras uvas, seleccionando sólo las mejores para elaborar vinos naturales verdaderamente notables que encarnan tanto el carácter como la calidad.
Reconocidos por su complejidad, suavidad e intenso color, nuestros vinos han recibido elogios de la crítica, que los ha calificado de "espectaculares" y "excelentes", situándolos siempre entre los mejores de España. La selección de Sauvella incluye un elegante blanco, un refrescante rosado y tintos que van desde las expresiones más jóvenes hasta los envejecidos en barricas de roble. En añadas especialmente favorables, dejamos secar nuestras uvas al sol, lo que da como resultado un vino de postre extraordinariamente afrutado, testimonio del arte y la versatilidad que definen la experiencia vinícola de Sauvella.
Donde la geología define la elegancia
En Sauvella, la sinfonía de nuestros vinos está compuesta por las mismas rocas que se encuentran bajo nuestros viñedos. En conjunción con el clima y nuestras meticulosas prácticas de cultivo, la geología emerge como el maestro silencioso, tejiendo intrincadamente la narrativa de mezclas de calidad. Mientras pasea por nuestros viñedos, maravíllese ante las antiguas huellas de los dinosaurios, testigos del tapiz geológico que da forma al resultado de cada botella. Sumérjase en la esencia de nuestro viaje, "De la Roca a la Copa", donde descubrirá la profunda conexión entre las formaciones de la tierra y los exquisitos sabores que adornan su copa, una exploración sensorial culminada con el placer de saborear una selección de nuestros excepcionales vinos. Es una celebración de la delicadeza geológica y el arte enológico, que armonizan en cada sorbo.
Reverencia terrenal en la viticultura
En Sauvella, nuestro compromiso con la elaboración de vinos excepcionales es inseparable de nuestro profundo respeto por la tierra y el medio ambiente. Con meticuloso cuidado, cultivamos nuestras uvas como testimonio de nuestra dedicación a la sostenibilidad. Recogidas a mano en nuestros viñedos ecológicos, situados a más de 500 metros de altitud, cada uva encarna la pureza de su altitud y la riqueza de la tierra que es su hogar. Nuestro enfoque de la vinificación es una danza armoniosa con la naturaleza, que garantiza que cada botella refleje no sólo el sabor de la uva, sino la esencia de una relación respetuosa y sostenible con la tierra.
Viticultura regenerativa
En Sauvella, nuestro compromiso con la viticultura regenerativa va más allá de la tradición, creando un santuario donde convergen la sostenibilidad y la naturaleza. En lugar de la alteración anual de la tierra, adoptamos la vegetación natural para formar una cubierta protectora entre y bajo nuestras vides. La introducción ocasional de mantillo orgánico mejora aún más la salud del suelo, minimizando la erosión, sirviendo como fertilizante natural y mejorando la disponibilidad de nutrientes y la retención de agua. Este cuidadoso enfoque fomenta un ecosistema holístico, armonizando las vides cultivadas con las plantas silvestres, el ganado, los insectos beneficiosos, los depredadores y una próspera vida microbiana. Sauvella trasciende el papel de mero viñedo y se convierte en un refugio donde el legado de nuestros vinos se entrelaza para siempre con el bienestar de la tierra.
Una mezcla única de variedades de uva
Arraigada en la centenaria tradición vitivinícola del Pallars, Sauvella insufla nueva vida a su herencia perdida en los años sesenta. Abrazando un renacimiento moderno, descubrimos que uvas de renombre como la Syrah, la Garnacha y la Cabernet Sauvignon no sólo perduran sino que prosperan en nuestro clima extremo de montaña entre margas rojizas y areniscas intercaladas. Aventurándonos a experimentar, introdujimos las italianas Nebbiolo y Primitivo, que se han adaptado a la perfección. Nuestros viñedos cuentan también con variedades españolas como Tempranillo y Macabeo, junto a la minuciosa recuperación de tesoros autóctonos como Brocada y Sumoll. Destaca la Sumoll, una variedad rara e increíblemente afrutada, de la que sólo quedan unas pocas hectáreas en todo el mundo. Esta amalgama única de variedades de uva proporciona a Sauvella el lienzo para elaborar vinos ricos en carácter, explorando una sinfonía de sabores distintos que redefinen la esencia de nuestra vinificación.
Nuestras ovejas
En Sauvella, contamos con la ayuda de un pequeño rebaño de ovejas Southdown que pastan en nuestro viñedo, encarnando una relación simbiótica entre la naturaleza y la viticultura. Estas lanudas compañeras desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud de nuestro viñedo: pastan en la cubierta vegetal a la altura ideal y, al mismo tiempo, fertilizan el suelo. Esta armoniosa integración de las ovejas en la gestión de nuestros viñedos no sólo garantiza la vitalidad de nuestra tierra, sino que también refleja nuestro compromiso con las prácticas sostenibles, creando un ecosistema equilibrado en el que cada elemento contribuye a la floreciente salud de las vides.