Esta recogida ermita, emplazada en uno de los más majestuosas de todo el Pirineo, tuvo un origen medieval. La decoración del ventanal del muro sur, de gusto ciertamente arcaico, sugiere un gran antigüedad.
Se trata de una construcción popular de planta rectangular y ábside recto, rematado por una espadaña de doble cuerpo. Tanto la cabecera como la nave se cubren con bóveda de medio cañón. Ha sido restaurada en dos ocasiones, la última a mediados del siglo XX.
Durante siglos, cada 8 de septiembre se celebraba en la ermita el día de su p
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Esta recogida ermita, emplazada en uno de los más majestuosas de todo el Pirineo, tuvo un origen medieval. La decoración del ventanal del muro sur, de gusto ciertamente arcaico, sugiere un gran antigüedad.
Se trata de una construcción popular de planta rectangular y ábside recto, rematado por una espadaña de doble cuerpo. Tanto la cabecera como la nave se cubren con bóveda de medio cañón. Ha sido restaurada en dos ocasiones, la última a mediados del siglo XX.
Durante siglos, cada 8 de septiembre se celebraba en la ermita el día de su patrona. Ese día se bailaba junto a la ermita al son de la gaita aragonesa un dance tradicional del valle de Bielsa : el Chinchecle.
Actualmente, los vecinos del valle acuden en romería el 12 de octubre, y el Chinchecle, por su parte, ha pasado a ser un dance festiva en lugar de religioso. Sin embargo, su letra todavía hace referencia a la querida Virgen de Pineta.
Estas dances y leyendas forman parte del enorme patrimonio inmaterial de este territorio, que la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala trata de poner en valor para reconocer un inestimable legado que ha llegado hasta nuestros días.