Los baños japoneses: la tradición zen (a partir de 12 años)

Inspiradas en los suntuosos balnearios japoneses, las tres piscinas exteriores son un lugar para relajarse y desconectar en plena montaña. Tanto en verano como en invierno, los visitantes pueden disfrutar de la calidez del agua sin pasar frío. La aventura comienza con el paso por un pasillo de agua a 33°. Un lecho de guijarros y chorros masajean el arco del pie, los tobillos, las pantorrillas, las piernas y los muslos. A continuación, el visitante se dirige a su ritmo hacia las tres piscinas panorámicas (de 30 a 33 m2) rodeadas de una playa de pizarra muy pura. La primera es en agua de hidromasaje a 33°, con masaje lumbar y de pantorrillas sentado en un banco. La segunda en agua a 34°. La tercera en agua a 36°. Frente a los Pirineos, estas dos últimas piscinas invitan a la contemplación y al bienestar. Ideales tras una jornada de senderismo o esquí.

Adyacente a los Baños Japoneses, el Pabellón Crio-Tónico ofrece tres tumbonas térmicas para relajarse controlando individualmente su temperatura, un pediluvio bitérmico que masajea los tobillos y las pantorrillas gracias a 20 chorros de agua sulfurosa laterales repartidos a lo largo del pasillo, y una ducha de alto caudal 4 estaciones (caliente, fría, templada, chorros, lluvia fina) con 8 chorros de agua y 4 programas diferentes. Pero sobre todo, la 1ª cabina de hielo de los Pirineos, equipada con una pared de hielo y una fuente de hielo donde la temperatura interior ronda los 8°C.