Construcción aparentemente moderna, probablemente de origen más antiguo. Tiene una nave rectangular copada por un ábside semicircular, como Santa Helena.
Cabe recordar que la advocación a San Pedro Mártir nos sitúa ante una devoción del s. XIV, donde se acudía para tomar olivo bendecido que se utilizaba para proteger los viñedos de los granizos y los hielos tardíos de primavera.
No en vano se le decía al santo "el bremador", dado que muchos años se helaban los brotes tiernos de las cepas. El encuentro se celebra el 23 de abril.
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