La cultura megalítica que se extendió por toda Europa dejó su huella en el término municipal de Biescas. Un ejemplo es el Dolmen de Santa Elena, una construcción funeraria con miles de años de historia ubicada muy cerca de la ermita que lleva su mismo nombre.Este fue descubierto en 1933 y según datos su origen se puede remontar al año 3000 a.c

Algunos dolmen fueron saqueados y destruidos durante la Guerra civil, acontecimientos como estos han hecho que su interpretación sea bastante difícil, pues muchos han tenido que ser reconstruidos. El Dolmen de Santa Elena es uno de ellos, antes de llegar la Guerra Civil a estas tierras existían dos dólmenes en el camino al fuerte de Santa Elena. En la actualidad sólo perdura uno.

Después de la guerra, el Dolmen de Santa Elena tuvo que ser reconstruido en el año de 1975. En el sitio se realizaron excavaciones arqueológicas en las que se encontraron elementos primitivos como colgantes, puntas de flecha y cuchillos de sílex, todos estos son vestigios de los antiguos moradores de estas tierras pirenaicas.