Formaciones singulares del paisaje que han dado en llamar a esta zona del Prepirineo aragonés como "reino de los mallos". Esculpidos por la naturaleza durante seis millones de años, son espectaculares formaciones geomorfológicas verticales con vegetación rupícola, lugares poblados por numerosas especies de aves como buitre leonado, quebrantahuesos, alimoche, halcón peregrino o treparriscos. 

Estas paredes verticales alcanzan los 300 metros de altura. Son conglomerados calizos que se formaron en el Terciario y fueron más tarde erosionados por el agua, la lluvía y el viento hasta formar estas paredes actuales de color rojizo. Formaciones como el Puro, Mallo Pisón, Mallo Visera y Malla Firé constituyen los mallos de Riglos y son internacionalmente conocidos en el mundo de la escalada.

Los conjuntos de los mallos sobre las localidades de Riglos y Agüero conforman pintorescas estampas de estos conjuntos urbanos acomodados a las laderas.

Estas formaciones fueron declaradas Monumento Natural en 2016.