La Hoya de Huesca alberga la mayor parte del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, y en ella se hallan sus más asombros contrastes, desde las máximas alturas del Tozal de Guara (2077 metros) hasta las simas más profundas de la Sierra, como la Grallera Alta (casi 280 metros de profundidad), pasando por barrancos y gargantas ("gorgas" en aragonés") tan famosas como el Barranco del Formiga o La Pillera, las Palomeras del Flumen o San Martín de la Val d'Onsera.

Es destino de miles de turistas de toda Europa atraídos por su red de cañones y barrancos surgida de la acción de las aguas bravas de los ríos Flumen, Calcón, Formiga o Guatizalema. Aquí se practica "barranquismo" o escalada en las paredes de conglomerado que forman los mallos de Vadiello o el Salto de Roldán, que se han convertido en referentes nacionales entre los aficionados a la escalada.