Es una de las iglesias románicas más conocidas de Andorra, tanto por su situación, en las llanuras de Engolasters y dominando todo el valle de Andorra, como por la riqueza de la obra.

Se trata de un edificio datado del siglo XII de pequeñas dimensiones y de estilo románico lombardo. La nave rectangular termina con un ábside semicircular. El pórtico es del siglo xx. El elemento arquitectónico más característico es el campanario cuadrado de torre de 17 metros de altura, con tres pisos de ventanales geminados. Fue construido con grandes bloques de piedra sin pulir y está decorado con bandas y arcuaciones lombardas. Sobre el arco del último piso de ventanas presenta, en dos de las fachadas, unas cabezas humanas esculpidas.

En el interior de la iglesia se encuentra la reproducción de las pinturas murales románicas del maestro de Santa Coloma, datadas del siglo xii, que se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.