La iglesia de Sant Llorenç de Morunys, catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional, está ubicada dentro del núcleo antiguo del mismo pueblo.
Se trata de una iglesia parroquial románica, de planta basilical, con tres naves, pilares cruciformes, cubierta por una bóveda de cañón con arcos fajones en la nave central y con bóvedas de arista en las naves laterales. El aspecto actual es fruto de diferentes restauraciones: una primera restauración que se efectuó entre 1960 y 1963 y otra entre el 1994 y el 1997, en las cuales los puntos de actuación fu
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La iglesia de Sant Llorenç de Morunys, catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional, está ubicada dentro del núcleo antiguo del mismo pueblo.
Se trata de una iglesia parroquial románica, de planta basilical, con tres naves, pilares cruciformes, cubierta por una bóveda de cañón con arcos fajones en la nave central y con bóvedas de arista en las naves laterales. El aspecto actual es fruto de diferentes restauraciones: una primera restauración que se efectuó entre 1960 y 1963 y otra entre el 1994 y el 1997, en las cuales los puntos de actuación fueron el claustro y el campanario.
Su arquitectura es una muestra representativa del primer románico catalán; su construcción tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XI, aunque el antiguo monasterio ya estaba documentado de principios del siglo X.
El elemento más representativo y que cabe destacar es el retablo barroco de la Mare de Déu dels Colls, obrado entre el 1773 y el 1784 por el escultor Josep Pujol y Juhí; este está considerado una de las obras más paradigmáticas del arte barroco catalán. Dentro de la iglesia también se conservan los retablos góticos de Sant Miquel i Sant Joan Baptista y el de l’Esperit Sant, además del altar mayor, barroco también y parcialmente destruido durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Finalmente, se encuentra el órgano, barroco y con más de 2.000 tubos, reformado en el año 1839 por Honorat Grinda.