Sant Feliu de Barruera alberga elementos arquitectónicos de los dos grandes momentos constructivos presentes en la Vall de Boí: los siglos XI y XII.
Las diferencias constructivas de cada siglo se hacen patentes en los dos ábsides que conserva la iglesia: el ábside del siglo XI, decorado con arcuaciones ciegas, bandas lombardas y con un aparejo irregular muy diferente de los sillares del ábside del siglo XII.
Las remodelaciones de la iglesia y los bienes muebles que se conservan en su interior nos muestran cóm
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Sant Feliu de Barruera alberga elementos arquitectónicos de los dos grandes momentos constructivos presentes en la Vall de Boí: los siglos XI y XII.
Las diferencias constructivas de cada siglo se hacen patentes en los dos ábsides que conserva la iglesia: el ábside del siglo XI, decorado con arcuaciones ciegas, bandas lombardas y con un aparejo irregular muy diferente de los sillares del ábside del siglo XII.
Las remodelaciones de la iglesia y los bienes muebles que se conservan en su interior nos muestran cómo los templos del valle se van adaptando a los gustos y a las necesidades de la comunidad que los ha utilizado desde el siglo XII hasta nuestros días sin interrupción.
Historia:
Hay pocas noticias referentes a la iglesia de Sant Feliu de Barruera. El primer documento vinculado a esta iglesia data del 1140, momento en el que la iglesia de Barruera pasa a depender de la diócesis de Urgell.
Un documento propio de la iglesia es el referente a una visita pastoral del año 1373, en la que el visitador papal llegó a la Vall de Boí y se entrevistó con varios sacerdotes, entre ellos Domènech de Jaume, vicario de Barruera.
Arquitectura:
La iglesia de Sant Feliu ha tenido numerosas transformaciones a lo largo de los siglos, actualmente vemos una iglesia con una única nave cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada, que descansa sobre arcos torales soportados por una serie de ménsulas.
La nave está coronada al este por un ábside semicircular y conserva el brazo sur del transepto, con un segundo ábside de dimensiones más reducidas.
La puerta de acceso al templo, precedida por un pequeño porche, se encuentra en el muro oeste. El campanario, más austero y discreto que otros del valle, se sitúa en el muro suroeste.
Dos capillas posteriores se abren en la fachada norte de la iglesia
Las transformaciones arquitectónicas que ha sufrido la iglesia de Sant Feliu de Barruera a lo largo del tiempo, han provocado que el exterior del edificio presente un juego de volúmenes muy interesante y particular
Si se observan los dos ábsides, se pueden ver los diferentes momentos constructivos del edificio: el ábside principal está construido con un sillar de piedra bastante irregular, ya que se levantó en la primera fase constructiva, la del siglo XI, mientras el ábside sur (que corresponde al brazo del transepto) se edificó en el siglo XII, por lo que el tratamiento de la piedra es regular y más preciso. Este ábside sur no está decorado con los motivos lombardos que aparecen en el central, el único motivo decorativo de que dispone es una moldura debajo del alero de la cubierta
El campanario, es muy diferente a otros del valle, ya que únicamente conserva los dos primeros pisos de la construcción original románica.
En los ábsides de Sant Feliu encontramos los dos modelos diferentes de las ventanas románicas. La ventana de doble derrame y la ventana de apertura recta.
En la puerta de la iglesia se conserva uno de los cerrojos que encontramos en diferentes iglesias del valle, decorado con motivos geométricos y rematado con la cabeza de un animal.