En una de las zonas más atractivas para el cicloturismo de exigencia como es el Berguedá se encuentra este duro paso, que enlaza el macizo de Vallcebre -en antiguas cuencas mineras- con el valle del Saldes. Estamos delante de un gran coloso casi desconocido para el ciclismo profesional.
Se trata de un puerto durísimo que se puede ascender por 3 vertientes. La más suave es su cara oeste, desde la localidad de Saldes. Las otras dos proceden del valle del Llobregat, ya sea por la colonia Sant Corneli y Creu de Fumanya o por la localidad de Vallcebre.
En una de las zonas más atractivas para el cicloturismo de exigencia como es el Berguedá se encuentra este duro paso, que enlaza el macizo de Vallcebre -en antiguas cuencas mineras- con el valle del Saldes. Estamos delante de un gran coloso casi desconocido para el ciclismo profesional.
Se trata de un puerto durísimo que se puede ascender por 3 vertientes. La más suave es su cara oeste, desde la localidad de Saldes. Las otras dos proceden del valle del Llobregat, ya sea por la colonia Sant Corneli y Creu de Fumanya o por la localidad de Vallcebre.