Cumbres que superan los tres mil metros de altura; ríos, barrancos, cascadas y ciénagas que nos hacen sentir, verdaderamente, el país del agua; más de 200 estanques de formas y colores diversos, y una gran diversidad de especies animales y vegetales que luchan para sobrevivir en un medio físico riguroso dan vida a este espacio natural protegido único del sur de Europa.
Cumbres que superan los tres mil metros de altura; ríos, barrancos, cascadas y ciénagas que nos hacen sentir, verdaderamente, el país del agua; más de 200 estanques de formas y colores diversos, y una gran diversidad de especies animales y vegetales que luchan para sobrevivir en un medio físico riguroso dan vida a este espacio natural protegido único del sur de Europa.