La cueva de Niaux es única y esta no es una promesa falsa. La visita permite admirar, como en ningún otro lugar, las auténticas pinturas de nuestros antepasados que se concentran en el Salón Noir. Aquí no hay facsímiles sino magníficas pinturas de animales asociados con signos enigmáticos que te transportan a tiempos lejanos en una aventura sagrada.
La cueva de Niaux es única y esta no es una promesa falsa. La visita permite admirar, como en ningún otro lugar, las auténticas pinturas de nuestros antepasados que se concentran en el Salón Noir. Aquí no hay facsímiles sino magníficas pinturas de animales asociados con signos enigmáticos que te transportan a tiempos lejanos en una aventura sagrada.