Un barranco insólito. Lejano, salvaje y en un entorno más que espectacular, el macizo de Monte perdido y quizás, las mejores panorámicas del barranquismo pirenaico. Comienza con un rápel de 50 metros a 2000 metros de altura.

Luego una sucesión de rápeles, algunos con recepciones con movimientos de agua y un caos de bloques. Un rápel de 55 metros y algunos más nos dejan otra vez en los llanos de la Larri. Una verdadera joya del barranquismo en el pirineo de Huesca.

Acceso:

Desde Pineta, remontar el camino que va al lado de las cascadas de la Larri y lleva a los Llanos, atravesarlos hasta ver visible el Barranco de la Larri superior. De allí remontar a la derecha por un sendero poco marcado hasta llegar a un collado desde donde será visible el barranco. Seguir subiendo hasta localizar el inicio. El retorno se hace por el mismo camino de ida. Una jornada muy larga pero muy satisfactoria.