La calle perdida comienza en la Calle Gran y se "pierde" cuando converge con lo que era la antigua plaza de Canillo, desaparecida en buena parte con la construcción de la carretera.
Las calles de Canillo antiguamente se convertían en cañadas por donde pasaba el ganado que transitaba para ir o volver de los pastos. Todas las casas tenían sus rebaños, que se reunían en grupos comunes para ir a pecarse en las zonas de alta montaña.
Para identificar el ganado de cada propietario era necesario marcar el ganado de cada casa con lo que se conoce como marca. Las marcas
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La calle perdida comienza en la Calle Gran y se "pierde" cuando converge con lo que era la antigua plaza de Canillo, desaparecida en buena parte con la construcción de la carretera.
Las calles de Canillo antiguamente se convertían en cañadas por donde pasaba el ganado que transitaba para ir o volver de los pastos. Todas las casas tenían sus rebaños, que se reunían en grupos comunes para ir a pecarse en las zonas de alta montaña.
Para identificar el ganado de cada propietario era necesario marcar el ganado de cada casa con lo que se conoce como marca. Las marcas estampan en la piel de los animales con una marca de hierro el rojo vivo. La marca de fuego consiste en un mango largo de hierro, con un asidero de madera, en cuyo extremo se encuentra la forma recortada del signo que corresponde a cada casa.
Las marcas de fuego son señales et tamaño y disenó variados, hehcas con traco simple, ya sean figuras sencillas o iniciales. El ganado vacuno se marcaba en las bandas y el ganado en la pezuña.