Antiguamente, la estación de La Pobla de Segur disponía de más que las actuales, ya que había un tráfico de trenes de mercancías importante. El transporte principal lo generaba la fábrica de cemento de Xerallo, que funcionó entre los años 1951 y 1973. Cada día, uno o dos trenes cargados de cemento bajaban desde La Pobla y, de vez en cuando, llegaba un tren con el fuel necesario para el funcionamiento de los hornos de la fábrica.
También eran frecuentes los trenes que cargaban troncons de madera de los Pirineos. Y, ocasiona
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Antiguamente, la estación de La Pobla de Segur disponía de más que las actuales, ya que había un tráfico de trenes de mercancías importante. El transporte principal lo generaba la fábrica de cemento de Xerallo, que funcionó entre los años 1951 y 1973. Cada día, uno o dos trenes cargados de cemento bajaban desde La Pobla y, de vez en cuando, llegaba un tren con el fuel necesario para el funcionamiento de los hornos de la fábrica.
También eran frecuentes los trenes que cargaban troncons de madera de los Pirineos. Y, ocasionalmente, circulaban trenes con ganado, especialmente para la feria de Salàs de Pallars.
Para descargar y cargar estas mercancías a los vagones, la estación disponía de varias vías, almacenes, muelles de carga y maquinaria, entre la que haía dos grúas. Aquí tenemos una que, originalmente, estaba situada al otro lado de las vías, por el lado este, donde ahora hay la avenida del Camp de la Sala, en la zona donde estaba el cargador de cemento. Se accionaba eléctricamente y podía girar sobre sí misma con les ruedas que podemos observar en la parte inferior, que rodaban sobre un carril circular.