La iglesia de la Assumpció de Cóll tiene características propias que la diferencian de las otras iglesias de la Vall de Boí: los materiales de construcción, el tamaño de los sillares o los elementos decorativos de la portada, la parte más interesante del templo. A destacar el Crismón y los capiteles esculpidos con representaciones de luchas entre hombres y animales.
Como en otras iglesias del valle, custodiando la entrada al templo encontramos un cerrojo de hierro forjado de tipología románica acabado en forma de cabeza de
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La iglesia de la Assumpció de Cóll tiene características propias que la diferencian de las otras iglesias de la Vall de Boí: los materiales de construcción, el tamaño de los sillares o los elementos decorativos de la portada, la parte más interesante del templo. A destacar el Crismón y los capiteles esculpidos con representaciones de luchas entre hombres y animales.
Como en otras iglesias del valle, custodiando la entrada al templo encontramos un cerrojo de hierro forjado de tipología románica acabado en forma de cabeza de animal.
En el interior de la iglesia todavía se conservan las tres pilas románicas: la pila bautismal, la pila del agua bendita y la pila del aceite.
Historia:
El pueblo de Cóll es el único de todos los que conforman la Vall de Boí que en la Edad Media no pertenecía a los dominios de los señores de Erill. En 1054, durante el reinado de Ramiro I (rey de Aragón) el núcleo de Cóll (Colle) aparece documentado como parte del término de Castilló de Tor. Tiempo después, su hijo Sancho Ramírez lo entregó a la sede de Roda de Isábena.
Es por este motivo que la iglesia de la Asumpció de Cóll fue la única de la Vall de Boí que en la Concordia del 1140, firmada entre los obispados de Urgell y Roda, siguió dependiendo de Roda Barbastro.
En unas obras de reforma del edificio, a finales de los años setenta, se encontró en el altar de la iglesia una losa de pizarra con una inscripción del 1110, que podría relacionarse con la consagración del templo.
Arquitectura:
La Assumpció de Cóll es una iglesia de una sola nave cubierta con bóveda de cañón y un ábside semicircular. El campanario, de planta cuadrada y tres niveles de altura, se sitúa en el muro sur, junto al ábside.
En la construcción inicial se añadieron dos capillas laterales, la del muro norte cubierta con bóveda de cañón, y la del muro sur, de factura gótica, ocupando la base del campanario.
La incorporación de estas dos capillas acaban dándole a la iglesia la planta de cruz latina que vemos actualmente.
La riqueza escultórica del templo se centra en su fachada oeste, especialmente en la portada.
Un friso de arcuaciones ciegas recorre todo el perímetro del templo, tanto en la parte superior de las fachadas como del ábside.
Los sillares de piedra empleados en la construcción son bastante mayores que en el resto de iglesias del valle. Están cortados de una forma regular y perfilada.
En el campanario se puede ver la evolución arquitectónica del templo: la parte baja es románica, mientras que los dos pisos superiores son de factura gótica