El Hotel Rosaleda, declarado bien de interés cultural, tenía en sus comienzos 60 habitaciones, la mayoría con baño propio. Además, fue el primer hotel de Andorra con piscina y sala de fiestas. En su interior destacaban la sala de lectura, con butacas de cuero; las estancias comunes, pintadas con motivos alegóricos montañeses, hawaianos, tiroleses, españoles y catalanes, y acomodadas de manera lujosa; la escalinata principal y uno de los primeros ascensores del país. El servicio del hotel era selecto y el establecimiento no cerraba nunca, ya que estaba orientado a personas con u
... Leer más
El Hotel Rosaleda, declarado bien de interés cultural, tenía en sus comienzos 60 habitaciones, la mayoría con baño propio. Además, fue el primer hotel de Andorra con piscina y sala de fiestas. En su interior destacaban la sala de lectura, con butacas de cuero; las estancias comunes, pintadas con motivos alegóricos montañeses, hawaianos, tiroleses, españoles y catalanes, y acomodadas de manera lujosa; la escalinata principal y uno de los primeros ascensores del país. El servicio del hotel era selecto y el establecimiento no cerraba nunca, ya que estaba orientado a personas con un alto nivel adquisitivo que veraneaban en él.
En su interior han pernoctado personas ilustres, adineradas y famosas, algún descendiente de casas reales europeas y dicen que incluso Aga Khan III pasó unas noches allí. Todo ello hizo que el Rosaleda fuera el hotel más lujoso de Andorra. Cerró sus puertas en 1998, y el Gobierno lo expropió en el año 2006 para evitar su pérdida. El edificio ha sido recientemente rehabilitado para acoger las dependencias del Ministerio de Cultura.