A pesar de estar a la sombra de un tresmil (Sotllo) y cerca de dos de los lagos más visitados del Pirineo catalán (Estanys Sotllo y Estats), son pocos los montañeros que recorren el intocado y salvaje territorio donde están los Estanys de la Coma de Sotllo. Las altivas montañas vestidas con los tonos rojizos de las pizarras del Càmbrico-Ordovícico, las más antiguas del Pirineo, pugnan por reflejarse en las aguas de estos cuatro lagos que, abrazados los unos a los otros, comparten un reducido espacio.
A pesar de estar a la sombra de un tresmil (Sotllo) y cerca de dos de los lagos más visitados del Pirineo catalán (Estanys Sotllo y Estats), son pocos los montañeros que recorren el intocado y salvaje territorio donde están los Estanys de la Coma de Sotllo. Las altivas montañas vestidas con los tonos rojizos de las pizarras del Càmbrico-Ordovícico, las más antiguas del Pirineo, pugnan por reflejarse en las aguas de estos cuatro lagos que, abrazados los unos a los otros, comparten un reducido espacio.