Recorremos la Vall d'Unarre, donde un rosario de pequeños pueblos conservan aún, la esencia de la vida tradicional de montaña. Una pista construida a mitades del siglo pasado recorre el final del valle y nos acerca al conjunto lacustre más espectacular de las Vall d'Àneu. El Estany de la Gola está custodiado por una gran pala herbosa con dos preciosas cascadas a sus lados y, más adelante, un collado de paso al altiplano que ocupa en su totalidad las azules aguas de los Tres Estanys.
Recorremos la Vall d'Unarre, donde un rosario de pequeños pueblos conservan aún, la esencia de la vida tradicional de montaña. Una pista construida a mitades del siglo pasado recorre el final del valle y nos acerca al conjunto lacustre más espectacular de las Vall d'Àneu. El Estany de la Gola está custodiado por una gran pala herbosa con dos preciosas cascadas a sus lados y, más adelante, un collado de paso al altiplano que ocupa en su totalidad las azules aguas de los Tres Estanys.