Joya de la pintura y la escultura del siglo XVI, el retablo del altar mayor de la colegiata de Bolea es uno de los imprescindibles para el visitante que se adentra en estas tierras. Se compone de 20 tablas pintadas al temple y 57 tallas en madera policromada, de ciprés, nogal, cerezo y pino de Flandes.

Destacan las pinturas realizadas por el conocido como Maestro de Bolea. La obra presenta importantes novedades en el arte pictórico español de la época provenientes de influencias flamencas e italianas, como la expresión del sentimiento de los personajes, el dominio del espacio y de la perspectiva, la iluminación o el sombreado.

Desde el exterior del templo se disfrutan de impresionantes vistas panorámicas de todo la Hoya de Huesca.