A menudo oímos a nuestros abuelos contar cómo vivían de pequeños y se nos hace extraño imaginarnos que no tuvieran luz en casa, agua corriente, baño, etc.
También nos sorprende que cada año matasen algunos cerdos y la misma familia hiciera embutidos…y además se conservaran todo el año sin nevera.
No hace mucho de todo esto, aun así, si lo comparamos con nuestra realidad actual, nos damos cuenta que ha habido muchos cambios. La visita en Casa Gassia supone viaj
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A menudo oímos a nuestros abuelos contar cómo vivían de pequeños y se nos hace extraño imaginarnos que no tuvieran luz en casa, agua corriente, baño, etc.
También nos sorprende que cada año matasen algunos cerdos y la misma familia hiciera embutidos…y además se conservaran todo el año sin nevera.
No hace mucho de todo esto, aun así, si lo comparamos con nuestra realidad actual, nos damos cuenta que ha habido muchos cambios. La visita en Casa Gassia supone viajar en el tiempo y descubrir unas formas de vida que pueden servirnos para entender nuestro presente.
Casa Gassia mantiene la estructura original, marco ideal para enseñar las singularidades de la vida familiar y el espacio domestico durante la primera mitad del siglo en las valles de los pirineos.
A partir de la exposición, comprenderemos perfectamente las actividades que se realizaban en el interior de una casa, las relaciones que se daban entre los miembros que habitaban en ella, cómo se repartían los quehaceres y responsabilidades domesticas y cómo se concretan los principales factores de cambio desde entonces hasta ahora.